lunes, 29 de septiembre de 2014

Bélgica, día 1: Bruselas

Llegamos a Bruselas (Zaventem) tras dos horas y media de vuelo, y con unas ganas tremendas de emprender esta aventura a una de las ciudades más desconocidas y sorprendentes de Europa.
Bruselas tiene dos aeropuertos, Zaventem y Charleroi. Nosotros optamos por el primero ya que el de Charleroi se encuentra bastante más alejado y con peores conexiones con el centro de Bruselas y con otras ciudades de Bélgica. El vuelo nos salíó muy económico, solo 25 euros/trayecto. En total, ida y vuelta 50 €/persona.


Nos alojamos en el Hotel Astrid, en la zona de Ste Catherine, prácticamente en el corazón de Bruselas. Un hotel poco ostentoso pero muy limpio, a buen precio (20 €/persona/noche) y con muchos servicios cerca y paradas de metro a menos de 5 minutos. Como única nota negativa, no hay wifi en las habitaciones, pero te puedes bajar a la recepción y conectarte de forma gratuita.



Después de dejar los trastos comenzamos nuestra primera ruta por tierras belgas.
A traves de la Rue de l'Eveque llegamos a la primera parada, Place de la Monnaie, donde se encuentra el Teatro Real de la Moneda, una de las salas de ópera y ballet más bellas de Europa. En el exterior había una curiosa exposición sobre los icebergs, con un bonito juego de luces y sonidos que nos sorprendió.


Continuamos nuestra ruta hacia la parte más turística de Bruselas y nos encontramos con calles estrechas y adoquinadas repletas de restaurantes con un gran ambiente. En un callejón (Impasse de la Fidélité), escondida tras unas rejas se encuentra la versión femenina del conocido Manneken Pis: Jeanneke Pis.


En la misma calle, hay otro punto de visita obligatoria: el popular Délirium Café. Este curioso bar ostenta el record guinness de cervezas, y actualmente hay más de 2500 diferentes. Todos los días de la semana puedes degustar esta gran carta de cervezas hasta las 4 de la madrugada. A diferencia del concepto que tenemos en España de las ciudades extranjeras, Bruselas tiene muchísimo ambiente nocturno y puedes irte a tomar algo cualquier día, a cualquier hora.



Seguimos callejeando hasta las famosas Galerías Saint Hubert: Diseñadas en 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa. Miden alrededor de 200 metros de largo, y están cubiertas por una enorme cúpula de cristal que deja pasar la luz pero no la lluvia.
Las Galerías están divididas en tres zonas: la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes. Además, comunican prácticamente la zona del Teatro de la Monnaie con la Grand Place, creando una conexión entre la parte moderna y la parte histórica de Bruselas.

                                                                          



Tanto en Bruselas como en el resto de Bélgica hay 3 cosas que abundan: Las cervezas, el chocolate y los cómics. Las 3 "ces". Por todas partes te encuentras tiendecitas de chocolate como Godiva, Neuhaus o Leonidas y referencias a cómics como Tintín, Lucky Luck y Los Pitufos. Así que hay mucho por probar y por regalar a familiares y amigos. Eso sí, si quieres conseguir el mejor chocolate belga a buen precio hay un pequeño truco: al lado de la impresionante basílica de Koekelberg (Sacré-Coeur) en la Avenida de jette 4, se encuentra el outlet de Godiva, justo a la espalda de la fábrica del popular chocolate belga. Se trata de la venta de stock de sobreproducción o de chocolate con pequeños defectos. Sutilezas que nos permitirán adquirir chocolate de perfecta presentación y en perfecto estado, pero mucho más barato.
La parada de metro más cercana es Simonis y un dato importante es que cierran a las 6 y son bastante estrictos con el horario (Por experiencia propia, se suelen enfadar, y mucho, si llegas a las 5,45 jejeje).





Y por fin llegamos a nuestro destino turístico más importante del día: la Grand Place.
Se accede a través de cualquiera de las seis pequeñas calles laterales, y el impacto que produce al verla es una de las cosas más bonitas y que más vas a recordar en tu vida. Es una plaza majestuosa formada por el ayuntamiento y varias casas gremiales que tienen un encanto especial. Por la noche es uno de los mejores momentos para disfrutar de tan preciosa vista.



Después de recuperarnos del shock, nos vamos hasta el Palacio de la Bolsa, cuyas enormes escaleras son un punto típico de encuentro para turistas y residentes, y donde hemos quedado con unos amigos de Castellón, Pau y Marina, que llevan viviendo en Bruselas desde hace un tiempo.


Tenemos la gran suerte de contar con unos guías expertos, que nos van a llevar hoy y los próximos días a los mejores bares y restaurantes de Bruselas.

Primera parada, el Café des Halles, con una peculiar carta que llama mucho la atención. El lugar consiste en un moderno y amplio café, más parecido a un pub, donde un dj pincha música en directo y te puedes tomar unas cervezas en un ambiente muy agradable.
Por cierto, aquí es donde nos enteramos de un dato curioso: la mayoría de las cervezas de Bélgica se sirven en un vaso propio especialmente diseñado para consumirla, identificador de la cerveza con logotipo asociado. Además, son muy originales y diferentes entre sí, con formas específicas y variadas. Las diferentes formas se utilizan para mejorar el sabor y el aroma de la cerveza.
El más curioso sin duda es el de la cerveza Kwak,
el cual se acompaña de una estructura de madera, para mantenerlo erguido.


Despues de degustar unas cervezas típicas belgas (Rodenbach, Triple Karmeliet) nos vamos hasta uno de los mejores sitios para cenar de toda la ciudad: Fin de Siecle, en la Rue del Chartreux 9. Suele estar muy lleno, y por lo general hay que hacer una cola de al menos 20 minutos, pero la espera vale la pena. Además puedes pedirte una cerveza en la cola, para que se te haga más leve.
Probamos dos platos muy típicos belgas: la Carbonnade Flamande (estofado de carne) elaborada con cerveza trapense Chimay y las salchichas con puré de patata (Stoemp). Todo muy recomendable, tanto el lugar como ambos platos. Gran calidad por unos 15 €/persona.




Antes de irnos para el hotel aprovechamos para quedar con otra amiga que está en Bruselas viviendo, Anita, una chica majísima con la que quedaremos los próximos días y nos dará también buenas recomendaciones.
Así se acaba nuestro primer día en Bruselas! Mañana más!








1 comentario:

  1. Muchas gracias por compartir con vuestros lectores los atractivos de la capital belga. Estupenda también la recopilación fotográfica que acompañan al texto. Un saludo.

    ResponderEliminar